En este caso he divagado con dos artes orientales.
El Bonsai y el Judo pueden tener
en común que fue en Japón donde han alcanzado su máximo nivel de expresión, sin
duda es este País el que ha alcanzado un mayor conocimiento en estos dos
actividades.
Sin embargo un día pensando y
analizandolas, me dí cuenta que no solo tenían en común el Lejano Oriente de
donde provenían, sino que encontraba pararelismos más allá de su lugar de
procedencia.
En Bonsai, a gran cantidad de
aficionados nos encanta expresar sufrimiento, la lucha del árbol contra los
elementos que intentan volcarlo en definitiva vencerle. En Judo el
objetivo de todo deportista es vencer al contrario y para ello tendrá que usar
su destreza.
Judoka intentado aferrarse al suelo |
Arbol azodato por el viento luchando por mantenerse en pie |
En muchos casos, el buen judoka
usa la energía del contrario para beneficio propio y vencerle. Esto
tiene su paralelismo en el Bonsai, el árbol se adapta a las inclemencias del
tiempo para vencerlas y mantenerse vivo, venciendo así a las fuerzas
contrarias. Es el caso del estilo azotado por el viento, si el árbol se
resistiera a la energía ofrecida por el viento acabaría partiéndose para
superar esta energía el árbol usa su elasticidad para inclinarse, adaptandose
así a esta resistencia.
En Judo el contrario usa su
energía para atacarte, si ofreciera resistencia a esta energía podría no
vencerla y acabaría derrotado, por ello lo mejor es adaptarse a esa energía y
usarla para vencerla
.
Árbol estilo Fukinagashi, se ha adaptado al viento |
Judoka en movimiento y estabilidad |
Cuando paso a disfrutar de una
exposición me encanta ver arboles con movimiento pero que a su vez den la
sensación, como dije antes, de estabilidad. Se que no se va a caer el árbol
pues está sujeto a la maceta pero la inestabilidad no me acaba de gustar.
Otro de los estilos usados en
bonsai son las cascadas y semicascadas, uno de los motivos que producen en la Naturaleza esta forma es la nieve. Son árboles situados en alta montaña, al
borde del precipicio, la nieve cae, se acumula en sus copas y ofrece la fuerza
suficiente para inclinarlo. La fuerza de las raíces del árbol, del tronco y de
las ramas superan esta fuerza y se consigue mantener con vida.
En un combate el contrario usa el
agarre para agachar al contrincante y someterlo, es aquí cuando debemos vencer
esa fuerza, posicionar firmes y fuertes tanto las piernas como el tronco y los
brazos, jugando en el filo entre la posibilidad de ser derrotados o aguantar.
Por hoy ya está bien esta locura de divagar, en breve os pondré más partes de esta locura. Un abrazo
hola montro... bonito articulo .
ResponderEliminarmola esa foto en la que sales tu metiendo caña jeje
un abrazo
pd: voy a ponerme al dia en tu blog
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