domingo, 9 de septiembre de 2012

Bautizo de un Alcornoque "Hokusai"

El Alcornoque:



Disfruto de esta especie en mi terraza desde hace varios años con varios ejemplares que me cautivan por su bonita corteza o corcho, de ahí que el nombre científico del Alcornoque sea Quercus Súber, haciendo referencia (súber) claramente al corcho que tiene por corteza.




Corteza de uno de mis arboles

Corteza y giro del tronco

Corteza de un Alcornoque Shohin

Esta corteza está formada por una masa de células muertas que tienen impregnada una sustancia grasa que la hace impermeable al agua y resistente al fuego. Esta característica hace que el alcornoque esté adaptado perfectamente al clima mediterráneo y que tenga grandes posibilidades de sobrevivir a los numerosos incendios que se producen por estas tierras, ya que el corcho protege en todo momento a la parte viva del árbol.


Como he dicho lo que más me llama de esta especie es su corcho ya que no tienen una hoja demasiado bonita ni pequeña, tampoco llama mucho la atención en la mayoría de arboles su movimiento aunque hay sin duda especímenes impresionantes en este aspecto. A pesar de esto, todo es compensado por su facilidad de cultivo y su fácil y rápida ramificación.

En esta entrada y en otras más adelante, quiero exponer los trabajos más o menos acertados que realicé con uno de mis alcornoques, sin duda con él adopté medidas "drásticas" que espero que sean acertadas por lo menos conforme vaya acercándose el final del camino.

A pesar de estar rodeado de ejemplares en mi tierra, los arboles que tengo son todos catalanes, todos gracias a mi amigo Tejo lo que multiplica el valor y cariño que tengo hacía ellos.


Aprovechando un viaje a Tarragona estuve con mis amigos Marc, Jordi, Miguel y Pili, disfrutando de sus maravillosos paisajes y de su compañía. 





Mis amigos Jordi, Marc y Miguel

Me llevaron a disfrutar de sus bosques de Alcornoques, una pasada, allí vi algunos arboles con formas difíciles de encontrar en esta especie.




árbol del post

Tras su recuperación, el alcornoque brotó con mucha fuerza, estuve durante un par de años dándole vueltas al diseño, ninguno me convencía, todos trataban de conservar todo el árbol.

Alcornoque tras su recuperación y varios años decidiendo el diseño.
Me obcecaba en tratar de integrar todo el árbol en el diseño, pero siempre es mejor quedarte con la esencia de la planta, con lo que realmente merecía la pena, tenía buen nebari, movimiento y conicidad pero una vez pasada la curva el tronco se volvia cilindrico, sin movimiento e incluso poseía un poco de conicidad invertida.

Parte sin movimiento.
Si quitaba esta parte y modificaba el frente poseía, en mi opinión,  todas las condiciones para convertirse en una planta destacable en mi colección:

-Nebari: ancho, con corcho, y ampliándose en dirección contraria al movimiento del árbol, daría la sensación de fuerza y de fuerte anclaje a la tierra.

-Movimiento: Se inclinaría a la derecha, con un gran movimiento y un bucle muy atractivo.

-Conicidad: Todo el árbol dispondría de conicidad.


Detalle del Nebari y del movimiento.
Vista superior del tronco

Los pro ya los tenía claros, los contra podrían ser que al realizar el corte secara el ápice o  me brotara por algún sitio poco adecuado o bien no brotara nunca, este riesgo sería doble pues debía ir acompañado de un trasplante con su correspondiente reducción de raices.

La familia Quercus suele ser bastante caprichosa para trasplantar, después de tres años en maceta le tocaba para reducir la misma, ya que la que tenía era demasiado grande, cambiar el sustrato por otro más ligero y drenante y reducir el cepellón incluido un pequeño trozo de pivotante que aún poseía.


Tras la poda y el corte de raíces.

La planta tardó en empezar a moverse y cuando lo hizo no fue para mi tranquilidad, empezó a brotar de la base, señal que no me gustó pues podía ser indicios de que había retirado sabia de la parte superior o de todo el tronco.


Brotes saliendo de la base
El trabajo consistió en eliminar todos los chupones que salían, os puedo asegurar que cada día salían nuevos, hasta que tras un tiempo el árbol premió mi trabajo.


Brote incipiente

Si bien no había brotado por donde realicé el corte, la nueva brotación me daba la posibilidad de jugar con el diseño algo más, no obstante no perdí la esperanza de que volviera a brotar por el corte, pero esto nunca sucedió.

Tras un mes de crecimiento y dado que las ramas engordaban rapidamente decidí trabajarlo para poder darle forma ya que todavía estaba tiempo.


Preparado para trabajar
Un parón en el camino...

La Ola de Hokusai




Normalmente solemos poner nombres a los bonsais como forma de identificarlos, sus nombres suelen coincidir con atributos del árbol o bien por cosas que nos recuerdan. En este caso mi árbol no tenía nombre, es en estos momentos cuando viendo el árbol me recordaba una Ola que está a punto de romper. Por todos es conocida la obra de Hokusai titulada "la ola de kanagawa" que consta de tres elementos principales: la ola, el monte fuji y los tres barcos.









Comparando árbol y obra, veo parecidos razonables.

Leyendo sobre este artista me llamó mucho la atención unas letras que escribió a avanzada edad:



"a la edad de cinco años tenía la manía de hacer trazos de las cosas. A la edad de 50 había producido un gran número de dibujos, con todo, ninguno tenía un verdadero mérito hasta la edad de 70 años. A los 73 finalmente aprendí algo sobre la verdadera forma de las cosas, pájaros, animales, insectos, peces, las hierbas o los árboles. Por lo tanto a la edad de 80 años habré hecho un cierto progreso, a los 90 habré penetrado más en la esencia del arte. A los 100 habré llegado finalmente a un nivel excepcional y a los 110, cada punto y cada línea de mis dibujos, poseerán vida propia" 

Estas palabras denotan humildad pero también aspiraciones y lucha por conseguir la excelencia aún sabiendo que nunca la podrá alcanzar (a no ser que viva 110 años), podemos y debemos reflejarlas en nuestra afición, ser humildes, plantearnos objetivos y buscar la excelencia a sabiendas de que no la llegaremos a conseguir.
 




Por todo esto, le pongo el nombre a mi Alcornoque de Hokusai. Ya en otro post os enseñaré el diseño que he decidido darle







10 comentarios:

  1. Buen trabajo de visión. Mis felicitaciones.

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  2. Hola Keisha.
    Gracias por el "post" magnififico y super interessante.
    Espero el desenrolo y las publicaciones seguintes.

    Un abrazo desde Portugal una region muy abundante en Subers pero no tiengo tido mucha suerte con las recuperaciones,algo no estoy haciendo de la mejor manera.Este año de 3 yamadoris plenas de raizes solo uno creeo ter sobrevivido!!

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    1. Gracias amigo, en los próximos os mostrare por donde ira el diseño, espero que os guste. Un abrazo

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  3. Hola Keisha, buen ojo y decisión a la hora de meter sierra al tema, la cosa promete.
    Un saludo

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    1. Gracias, nunca he tenido problemas en cortar pero en esta he dudado bastante. Por cierto intento comentar en vuestro blog pero los códigos nunca me entran con el móvil y desespero pero soy un fiel seguidor. Un abrazo y suerte en el congreso

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  4. Si que son jodios para el transplante. Me ha gustado el sistema de contrapesos en las ramas. Je, je. Lastima que no brotara en la zona de corte. Sigue contándonos su historia.

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    1. Pues si una lastima que no brotara, pero como va quedando ya no me parece tan malo. Un abrazo

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  5. enhorabuena por la decisión es difícil dde tomar ya que te juegas el árbol pero ha valido la pena un gran ejemplar un abrazo

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  6. Muchas gracias Puers, vamos a ver como queda. Un abrazo

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